Imagina que la mayor parte de la población humana vive en estructuras flotantes cerca del ecuador, utilizando la Conversión de Energía Térmica Oceánica (OTEC), el Acondicionamiento de Aire con Agua Salada (SWAC), la acuicultura y la hidroponía para obtener alimentos, agua desalinizada para beber, hidrógeno y metano como combustible. Todas estas cosas pueden estar disponibles en abundancia en esta zona libre de huracanes en todo el mundo.
La mayoría de los desastres naturales no serán un problema, y las tormentas tendrán una fuerza limitada por la rotación de la tierra. Las personas podrían mover libremente sus hogares, negocios y comunidades según lo deseen, redefiniendo la gobernanza y las fronteras. Todos los minerales de la tierra existen en el océano y se pueden extraer a través de la OTEC. Crear oportunidades para que la vida marina prospere reducirá el CO2 en la atmósfera y limpiará los contaminantes existentes en el aire y el agua.
Reducir la dependencia de la tierra para obtener alimentos y vivienda permite que la naturaleza prospere, beneficiando aún más a la Tierra. Eventualmente, vivir en comunidades flotantes en el océano creará tanta abundancia que será casi gratuito vivir allí, especialmente a medida que la creación de tierras y la recolección de alimentos se automatizan.
Además, se abren más posibilidades para el espacio exterior con puertos espaciales flotantes, cañones espaciales y, eventualmente, ascensores espaciales. El transporte de alta velocidad en la Tierra puede dar una vuelta completa alrededor del ecuador con energía limpia.
Esto puede parecer muy utópico y futurista, pero el potencial existe, y no está lejos. Simplemente crear una vida mejor con más oportunidades en el océano en comparación con la tierra, hará que la gente venga allí y así crear un mundo mejor.
Mike ve el desarrollo oceánico como un medio para promover una economía sosteniblemente abundante. El océano abierto tiene el potencial de suministrar suficiente energía, alimentos, agua y materias primas industriales para todo el planeta al tiempo que restaura los océanos a su estado óptimo de salud. Su formación es en ingeniería mecánica, procedente de las industrias aeroespacial, automotriz, médica y de productos de consumo. Su objetivo es extender la tecnología de vanguardia de estas áreas al entorno marino para la habitación y producción permanente.
Ben Silone tiene una misión personal de ayudar a nuestro planeta y su gente. Creció como estudiante educado en casa, lo que le permitió perseguir su interés educativo en el mundo y su entorno. Su padre era contratista y Ben construyó su carrera en torno al sector inmobiliario y la gestión de proyectos. Su trabajo lo llevó por todo el mundo, incluyendo esfuerzos de ayuda y desarrollo en Iraq, sistemas anti-piratería en África y la lucha contra la trata de personas.